Año viejo... blog nuevo

Hace mucho que quiero tener un blog.

Tuve uno, pero cambió mucho mi vida en este tiempo. Tanto, que ya no tenía sentido seguirlo.

Así que lo eliminé.

Y ahora creo que es el momento. Iba a esperar el nuevo año para empezar todo junto, pero la vida no es así, sincrónica. Al menos no como yo la quiero vivir.

Desde que conocí las leyes de la termodinámica, supe que no es sólo física, rígida y académica. Sentí que me hablaban de algo que ya sabía desde hacía mucho y por lo que me peleaba siempre con mamá:

"El Universo tiende al caos" fue la primera versión simplificada que escuché. Y ahí vi la luz. ¡Claro, la entropía está en la naturaleza del Universo!

Y desde ahí me acompañó siempre ese saber. Que no sólo justifica mi ingobernable desorden externo, sino el interno. Y muy contenta que estoy.

Otra de las cosas que siempre me marcó es la sensación de que la vida siempre pasa a mi alrededor pero no me incluye, que las cosas se mueven, cambian, menos yo.

No sé cuál de mis terapias fue la que me ayudó (apostaría a la última), pero esa sensación ya se fue (suele tener ganas de volver por momentos, pero ya no le creo, así que se cansa y se va) y ahora me encanta sentir que estoy sobre un cochecito de montaña rusa y no sé qué va a pasar. De golpe caigo y de golpe subo y por ahí está quieto pero otra vez arranca con todo... ¡y viene el vértigo, las cosquillas en la panza, como cuando el abuelo me hamacaba bien, bien arriba!

Este blog será así, aparentemente prolijo y ordenado, pero subyaciente siempre estará el caos de la vida.

¡Yupi!

El árbol de la vida

Gustav Klimt